Manuela Carmena, Borja Sémper y Eduardo Madina, en el Foro de la Cultura

Manuela Carmena, Borja Sémper y Eduardo Madina, en el Foro de la Cultura 666 455 Foro de la Cultura

Eduardo Madina: «Ningún populismo funcionaría sin miedo. El miedo es la fisura por la que fracasan las democracias»

Borja Sémper: «Vivimos un tiempo en el que más fácil conjugar el derecho propio que la autoexigencia»

Manuel Carmena: «Las estructuras de los partidos políticos están de espaldas al debate»

  • El que fuera líder del PP en Guipúzcoa ha lamentado que la política está cada vez más «tuiterizada» y ha subrayado que «vamos hacia cajas de resonancias, solo se busca retroalimentar a los que piensan igual».
  • Eduardo Madina ha afirmado sentirse preocupado por la «hiperbalcanización» y «fragmentación de la sociedad civil» y ha lamentado que hayan surgido en nuestro país «partidos políticos que son incompatibles con la mitad de España».
  • La jueza emérita, ex alcaldesa de Madrid, ha subrayado el rol de la educación y la sensibilización y ha reprochado el empleo de los «argumentarios», pues expresan «la falta de esencia de lo que debería ser un partido».

Domingo, 15 de noviembre

La libertad, el compromiso social, las «fake news», los populismos o la independencia política han protagonizado hoy la primera de las conversaciones de la última jornada del IV Foro de la Cultura (www.forodelacultura.es), que arrancaba el pasado 9 de noviembre con la presencia de más de cincuenta ponentes internacionales ligados a disciplinas como la filosofía, la ciencia, la educación, la cultura o el medio ambiente.

Durante el diálogo que han mantenido esta mañana Eduardo Madina, Borja Semper y Manuela Carmena, moderados por la periodista Marta Fernández, los tres ex dirigentes políticos han reivindicado el ejercicio de la «palabra», el diálogo y la discrepancia como herramientas esenciales para la libertad y la democracia. «La libertad —ha destacado Madina— implica un contrato social, implica que las visiones particulares de cada uno de nosotros no se eleven a la categoría de totales». Ese pacto, ha recordado, «ha estado muchas veces en riesgo». Sémper, ex portavoz del Partido Popular en el Parlamento Vasco y ex presidente del Partido Popular de Guipúzcoa, recordó su actividad institucional en el País Vasco y la necesidad de «echar los dientes» cuando «no quedaba otra alternativa, dejando al lado cualquier tipo de discrepancia». Para la abogada laboralista, jueza emérita y ex alcaldesa de Madrid hasta junio de 2019, es preciso «volver atrás, a la historia» y poner en valor la aportación de la libertad a la construcción social de la felicidad.

Los tres ponentes han abordado también el creciente impacto de los movimientos «populistas» y su peligrosa influencia sobre las democracias occidentales. El miedo, ha señalado Sémper, «es una herramienta poderosísima para el totalitario y para quien quiere cercenar nuestra libertad». En términos similares se ha expresado el político socialista y ex secretario general del Grupo Parlamentario Socialista en el Congreso: «ningún populismo funcionaría sin el miedo. El miedo es la fisura por la que fracasan las democracias. La libertad no puede perder centímetros en el debate frente a la seguridad». Carmen ha reconocido sentirse «preocupada» por la «confrontación» que nace de las «verdades absolutas», de las «mentiras y el sectarismo». Frente a una política cada vez más «tuiteada», ha subrayado Borja Sémper, la «duda» ha perdido valor: «Vamos hacia cajas de resonancias, solo se busca retroalimentar a los que piensan igual». El ex dirigente del PP vasco ha lamentado la «polarización extrema a la que estamos asistiendo» y ha explicado que puede «discrepar del titular» pero «encontrar puntos de entendimiento en el recorrido» de las opiniones y las reflexiones de otras personas desde la «voluntad del encuentro».

DESINFORMACIÓN, FAKE NEWS Y EDUCACIÓN

Carmena ha llevado también el debate hacia el rol que juega la educación: «yo creo que el papel del derecho es consolidar los avances pedagógicos. El derecho no enseña». La ex alcaldesa de Madrid ha alertado de que «la desinformación genera deseducación» y ha manifestado sentirse «preocupada» por la «educación» que se traslada «desde la tribuna política o desde los medios de comunicación». «No podemos —ha reiterado— desviarnos de seguir cuidando la democracia y la libertad».

Sémper ha lamentado que la sociedad transfiera, en ocasiones, toda la responsabilidad sobre los bulos o la desinformación al «regulador o el legislador». Algunas leyes, ha recordado, «no solucionan ningún problema. El derecho aterriza mal en la corporeidad de la identidad digital». Para Sémper, la solución exige un «trinomio» que pasa por sumar a la sensibilización, la educación y la legislación, claves de una «mirada crítica» y ha destacado que «vivimos un tiempo en el que más fácil conjugar el derecho propio que la autoexigencia». Ha sido también muy crítico con «quienes cuando tienen que política institucional hacen antipolítica». «Negar al adversario —ha indicado— o negar al discrepante imposibilita un debate sereno. Cuando no intentar seducir con ideas, convocas a los adeptos. El debate se ha twiterizado», ha afirmado. Para Madina, una de las claves está en la «ejemplaridad», una dimensión que puede medir «el grado de salud de una democracia» y ha afirmado sentirse preocupado por la «hiperbalcanización» y «fragmentación de la sociedad civil» y ha tenido elogios para Carmena al reconocer que la «política madrileña ha ido a peor» desde que la jueza no ocupa la alcaldía de la capital.

LOS PARTIDOS POLÍTICOS EN EL CENTRO DE LA DIANA

Buena parte del debate ha girado también en torno al rol que desempeñan los partidos políticos en la articulación de la vida institucional y en la defensa de la discrepancia. Sémper ha reconocido que no se sintió «expulsado» de su partido de ni de la política y que su salida llegó cuando sintió «que ya no era útil». «Si militas en un partido o tienes una responsabilidad institucional no puedes limitarte a pulsar un botón y no decir lo que piensas. Yo siempre he intentado ejercer mi libertad», ha subrayado. La ex alcaldesa de Madrid ha dibujado un «paisaje» y un «escenario» bastante crítico sobre la política actual. «¿Cuándo hemos escuchado en un debate decir a alguien que otro le ha convencido? ¿Cuándo hemos visto que los políticos aplaudan las intervenciones de los miembros de otro partido?. Eso indica las estructuras de los partidos están de espaldas al debate…. Debemos reflexionar sobre lo que es en sí mismo un partido y lo que significa», ha indicado, para reprochar a continuación el creciente abuso de los «argumentarios», que expresan —a su juicio— «la falta de esencia de lo que debería ser un partido». Madina, por su parte, ha lamentado que hayan surgido en nuestro país «partidos políticos que son incompatibles con la mitad de España» y ha reclamado el papel de la palabra y el diálogo. «Cuando haces política —ha asegurado también Sémper— conviene pisar un poco más hacia el lado de la serenidad y la sensatez que hacia al lado de las tripas». «Siempre he creído —ha añadido— que los partidos son espacios de contraste y de pluralidad. Se supone que son capaces de aglutinar a gente que comparten ideas fundamentales pero que, a partir de ahí, no tienen respuestas en base de un manual» común. «Si no, se convertirían en sectas. Nuestro sistema, con sus imperfecciones, diseñó algo diferente. Mi experiencia es que el PP es un lugar más dirigido por estructuras de poder en el que el debate abierto quizá no es tan evidente, pero yo siempre he intentado ejercer mi libertad. ¿Que no te deja girones en la vida cuando ejerces la libertad?», ha referido. Sémper también ha responsabilizado a los medios de comunicación por poner el acento en «el verso suelto» y elevar a «crisis interna» cualquier discrepancia, algo que a su juicio dificulta el debate.

«El día en el que los analistas le digan a los políticos que el elector castiga la contradicción, la mentira, el insulto al adversario o la falta de programa», ha reivindicado Madina, «ese día habremos entrado en un estadio muchísimo mejor. Yo creo que poco a poco se van abriendo motivos». Una opinión que han aplaudido Carmen y Sémper, para quien las «buenas ideas» son más importantes que las ideologías».