Daniel Innerarity, Manuel Cruz y César Rendueles analizan la brecha abierta entre las instituciones y los ciudadanos en el II Foro de la Cultura

Daniel Innerarity, Manuel Cruz y César Rendueles analizan la brecha abierta entre las instituciones y los ciudadanos en el II Foro de la Cultura 5275 3497 Foro de la Cultura


II Foro de la Cultura - Nueva gobernanza, nueva ciudadaníaLa crisis de las instituciones y su distancia respecto a los ciudadanos constituyeron el primer asunto de debate en el Cultural Cordón en la mañana del sábado 5 de noviembre, en la segunda jornada del Foro de la Cultura. Los filósofos Daniel Innerarity, Manuel Cruz y César Rendueles analizaron algunas de las consecuencias y la deriva de de la situación actual. «Estamos asistiendo a cambios brutales, no tenemos control sobre esos cambios y reaccionamos de manera abrupta, con irritación, con melancolía. Vivimos en sociedades exasperadas», expuso Innerarity como punto de partida en la mesa de debate conducida por el director de Medialab-Prado, Marcos García. «Nuestra sociedad no es la misma», corroboró Manuel Cruz, para quien se está viviendo «la época del no futuro»,  en la que «la ilusión se ha puesto tremendamente complicada». «Es una ilusión resistencial, no es la gran ilusión, la de ‘el futuro es nuestro’. Los jóvenes no saben si van a tener un futuro, el territorio donde materializar sus sueños». «Estamos pagando la facturas de todos los errores del siglo XX», añadió el autor de libros como Travesía de la nada o la conversación con Emilio Lledó Pensar es conversar.

Para César Rendueles, lo que ha cambiado fundamentalmente no es tanto la situación (en 2007, ha recordado, la tasa de riesgo de pobreza ya era del 19,7%)  como la sociedad: «Los que hemos cambiado somos nosotros, el sistema ya estaba en crisis. Nos hemos hecho conscientes de la pérdida de soberanía». Pero el profesor de Sociología de la Universidad Complutense y autor de obras como Capitalismo canalla se desmarcó del estereotipo del ciudadano indignado: «A quienes veo como auténticos indignados es a las élites políticas y económicas, que tienen un anclaje con la realidad remoto. Ellos sí se comportan como nihilistas enfurecidos, no quienes salen a la calle para impedir un desahucio».

Innerarity, autor de La política en los tiempos de la indignación, sí se declaró personalmente «indignado». «Yo estoy cabreado y veo a la élite bastante tranquila, mi gran preocupación es que la indignación sea un sentimiento que termine siendo improductivo», matizó. A la búsqueda de una posible solución a la pérdida de derechos, Rendueles recordó que el estado del bienestar se consiguió gracias a los trabajadores, con «sindicatos y partidos con una profunda base de clase». «Eso es lo que no tenemos hoy. Necesitamos anclar las transformaciones políticas con las condiciones de vida materiales», concluyó.