Todd Solondz: «Fui contracultural hasta que me compré un móvil»

Todd Solondz: «Fui contracultural hasta que me compré un móvil» 1600 1071 Foro de la Cultura

Tras el diálogo entre Lasa y Lançon, ha sido el turno de los cineastas Todd Solondz y Eduardo Casanova, que han charlado sobre los movimientos contraculturales moderados por la periodista y crítica de cine vallisoletana Marta Medina. «Fui contracultural hasta que me compré un móvil el año pasado», ha reconocido Solondz, que ha destacado la influencia de los musicales y el cine infantil y familiar de los años cincuenta y sesenta en su filmografía, una búsqueda constante de las contradicciones y miserias de la clase media norteamericana en la que él creció. Ha concordado en el diagnóstico el actor y realizador Eduardo Casanova, que ha reconocido que, para él, «ser contracultural es prácticamente imposible», ya que hasta los márgenes de la cultura conforman grupos en la actualidad.

«A mí me encanta cuando a la gente le gustan mis películas; quiero agradar a mi público, aunque me guste provocar y jugar con ellos», ha reconocido el realizador de obras como Bienvenidos a la casa de muñecas y Happiness. «Como director, lo que buscas es suscitar reacciones del público», ha reflexionado. «A veces, ser uno mismo es un coñazo», ha mencionado Casanova entre risas, que ha reconocido que nunca ha disfrutado tanto dirigiendo salvo cuando ha hecho encargos, en referencia a su trayectoria como director publicitario.

Acerca del panorama cinematográfico actual, Solondz ha reconocido que la sociedad está «en un momento distinto» a cuando él comenzó a dirigir y ha reflexionado sobre que películas como Cosas que no se olvidan no encontrarían financiación hoy. «No te tienes que preocupar por no ofender», ha manifestado para puntualizar que «no se puede agradar a todo el mundo». «En Europa, hay más respeto por las ambiciones artísticas», ha concluido.


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